*24.42.-Las señales de enfriamiento del mercado laboral británico podrían ser un dolor de cabeza para Reeves – LARRY ELLIOTT
*El gobernador del Banco de Inglaterra pide a Starmer que mejore las relaciones con la UE – RAFA DE MIGUEL
La reelección de Donald Trump y la amenaza de una guerra comercial con Estados Unidos ponen de mayor relieve las consecuencias negativas del Brexit
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, este jueves en Londres. ISABEL INFANTES (REUTERS)
La presencia de nubarrones en el horizonte provoca extrañas alianzas en la política británica. El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE, en sus siglas en inglés), Andrew Bailey, designado al frente de la autoridad monetaria británica por el anterior Gobierno conservador, ha sumado fuerzas con la actual ministra laborista de Economía, Rachel Reeves, para reclamar una mejora de las consecuencias negativas que el Brexit llevó al Reino Unido. La amenaza de una posible guerra comercial entre Estados Unidos y Europa, después de la reelección de Donald Trump, hace más urgente que nunca la reconstrucción de las relaciones con la UE que persigue Keir Starmer.
14 nov 2024.- “El panorama se ha visto ahora nublado por el impacto de sorpresas geopolíticas y una fragmentación más amplia de la economía mundial”, ha dicho Bailey en la reunión anual que celebran cada año en Mansion House, la residencia oficial del Lord Mayor de la City londinense (el alcalde del corazón financiero de la ciudad), los grandes bancos y firmas de inversión con el Gobierno británico. El gobernador del BoE no nombraba a Trump por su nombre, pero todos los presentes entendían claramente a qué “sorpresa geopolítica” se estaba refiriendo.
“Hacemos frente a desafíos estructurales, que incluyen a los que derivaron de la implantación del Brexit”, había dicho poco antes la ministra Reeves en su discurso. “No vamos a revertir el Brexit, ni tenemos intención de reincorporarnos al mercado interior o la unión aduanera, pero debemos reiniciar nuestra relación [con la UE]”, ha advertido. Ninguna novedad respecto al discurso que mantiene Starmer desde que accedió a Downing Street el pasado 5 de julio. El primer ministro insiste en su voluntad de iniciar un nuevo capítulo de buena vecindad y colaboración con Bruselas, pero sin dejar de recalcar que no habrá marcha atrás en la decisión de a abandonar el club comunitario que los británicos adoptaron en 2016.
Si Starmer manejaba hasta ahora con prudencia y sin prisas esa voluntad de acercamiento a la UE, la elección de Trump ha incorporado un sentido de urgencia al propósito. El presidente electo de Estados Unidos amenaza con elevar considerablemente los aranceles de las importaciones procedentes no solo de China sino también de Europa. Y nada sugiere que Washington vaya a tener un trato de favor con el Reino Unido, sobre todo después de los desencuentros que el equipo de Trump ha tenido con el Gobierno laborista de Starmer.
La nación británica se encuentra de ese modo en una situación de aislamiento en la que de nada le sirve su “relación especial” con Estados Unidos, mientras tampoco goza de la protección de pertenecer al mercado comunitario.
“El impacto [del Brexit] se ha dejado sentir más en los bienes que en los servicios”, decía el gobernador Bailey a los representantes de un mercado de servicios financieros tan potente como el londinense. “Pero ha servido para recalcar las razones por las que tenemos que estar alertas, y dar la bienvenida a las oportunidades de reconstruir relaciones, a la vez que respetamos las decisiones de la ciudadanía británica”, señalaba.
El principal responsable de la autoridad monetaria británica ha hecho siempre equilibrios a la hora de referirse al Brexit. Sin cuestionar nunca la decisión democrática adoptada por los votantes del Reino Unido, no ha dejado de señalar las nefastas consecuencias que ha tenido la salida de la UE para la economía del país, especialmente para su comercio internacional.
El Gobierno de Starmer quiere aprovechar las cláusulas de revisión incluidas en el Acuerdo de Cooperación y Comercio firmado por el Reino Unido y la UE, que entró en vigor a principios de 2021 y evitó la puesta en marcha de un “Brexit duro”. Londres quiere suavizar algunos de los controles aduaneros veterinarios sobre determinados productos, y lograr el reconocimiento mutuo de las cualificaciones profesionales en el mundo laboral.
24.42.-Las señales de enfriamiento del mercado laboral británico podrían ser un dolor de cabeza para Reeves – LARRY ELLIOTT
El mercado laboral está en bastante buena forma, pero todas las miradas estarán puestas en el impacto de las subidas de impuestos sobre los empleadores
La tasa de desempleo en el Reino Unido sigue siendo baja en comparación con los niveles históricos. Fotografía: Andy Rain/EPA
Durante los últimos años, las cifras de desempleo en el Reino Unido han recibido una atención muy superficial, ya que la tasa de desempleo ha sido baja y ha habido muchas vacantes para quienes buscan trabajo. Pero, gracias a la desaceleración de la economía y a las decisiones tomadas por Rachel Reeves en el presupuesto del mes pasado, eso podría estar a punto de cambiar.
12 nov 2024.- Durante los próximos meses, se analizarán en profundidad todas las publicaciones sobre el estado del mercado laboral para ver qué impacto tienen sobre el empleo los dos anuncios hechos por Reeves el mes pasado.
Inevitablemente, la decisión de la Canciller de aumentar el salario mínimo nacional en un 6,7% y aumentar las contribuciones de los empleadores al seguro nacional tendrá algún efecto, pero llevará meses evaluar cuán grandes serán esos efectos.
La buena noticia para Reeves es que ha hecho subir el coste del empleo cuando el mercado laboral está en bastante buena forma. La tasa de desempleo en los tres meses hasta septiembre se situó en el 4,3%, frente al 4% en los tres meses hasta agosto. Sin embargo, los problemas que está teniendo la Oficina Nacional de Estadísticas con los datos de su encuesta de población activa hacen que ese aumento deba tratarse con cautela. La tasa de desempleo de Gran Bretaña sigue siendo baja según los estándares históricos.
La noticia menos buena para la canciller es que hay algunas señales de enfriamiento del mercado laboral. Una medida alternativa para calcular el crecimiento del empleo –las cifras de nóminas de HMRC– se redujo en 5.000 en octubre y ha caído en cinco de los últimos siete meses.
Mientras tanto, el número de puestos vacantes se redujo en 35.000 en los tres meses hasta octubre y, con 831.000, está apenas por encima de sus niveles anteriores a la pandemia. A primera vista, el aumento del crecimiento de los ingresos medios del 3,9% en los tres meses hasta agosto al 4,3% en los tres meses que terminaron en septiembre pinta un panorama más sólido, pero las comparaciones anuales están distorsionadas por los pagos únicos a los funcionarios públicos en el verano de 2023.
Sanjay Raja, economista jefe para Reino Unido del Deutsche Bank, dijo que las cifras de la ONS apuntaban a una relajación constante del mercado laboral, lo que facilita que el Banco de Inglaterra recorte las tasas de interés, pero crea un potencial dolor de cabeza para Reeves.
https://www.theguardian.com/business/2024/nov/12/uk-jobs-market-rachel-reeves-tax-rises-unemployment