*24.37.-GUARIDAS FISCALES – MAURICIO CABRERA
*“La tributación de los multimillonarios es un debate político y no jurídico” THOMAS PIKETTY
*Tierra: ¿empieza entrega en grande? CRISTINA DE LA TORRE

Es un tic. Un tic de siglos. A la primera insinuación de dar parcelas a campesinos, se activa en la derecha la máquina de lamentos y veladas amenazas contra la expropiación de tierras, que solo existe en su cabeza. Y en todas las leyes agrarias desde 1936, que este Gobierno elude. Un borrador de decreto que agiliza la compra de fundos para reforma agraria reduce el proceso de siete a dos meses y, lejos de expropiar, simplifica procedimientos de compra en vigor. Pero la oposición asocia el decreto con la ley ordinaria de jurisdicción agraria que el Gobierno radica ahora en el Congreso. Coco del latifundismo, porque entrega a jueces especializados la solución de los conflictos de tierra, donde se cuece la violencia que encubre a menudo abusos por ambigüedad o por dolo en el estatuto legal de la propiedad. Dos pájaros de un tiro. Mientras tanto, para mayor zozobra de la reacción, devuelve la ministra Carvajalino 8.430 hectáreas a campesinos despojados de Córdoba y anuncia para este mes entregas hasta de 50.000 hectáreas en el país. Semejante cantidad, de una tacada, no tiene antecedentes.

8 oct 2024.- Parte de esas tierras había sido entregada hace años al Estado; la otra, incautada a ex jefes del paramilitarismo en Justicia y Paz. Fueron propiedad de quienes dirigieron las masacres más escabrosas, en Mapiripán, en El Aro, en El Salado, en Cabrera. A todos sorprendió la idea del presidente de reabrir el proceso de justicia y paz con el paramilitarismo, cuyo fin último sería “devolver todas las tierras (de paramilitares) que hoy tengan testaferros, políticos y otros grupos”. Anuncio que, de materializarse, abarcaría regiones enteras. Y ha de preocupar a más de un propietario que lo fuera en gracia de alianza poco católica. Aunque cabe preguntarse si estará el Estado preparado para garantizar seguridad a los beneficiados con esa restitución.

La usurpación paramilitar de tierras viene a consolidar el modelo inexpugnable de propiedad agraria en Colombia, el tercero más desigual del planeta. Su gran usufructuario ha sumado al privilegio ancestral la religión neoliberal, que también santifica la propiedad sin función social. Escribirá Absalón Machado en su más reciente obra, Relatos sobre Reforma Agraria en Colombia, 1960-2000, que en nuestras élites primó el apego a la propiedad marcado por la codicia de riqueza y de poder. Tras brillante recorrido sobre avatares y debates de la reforma agraria que no fue, lamenta la incapacidad de esta sociedad y de sus dirigentes para acometer el desarrollo desde la transformación de las estructuras agrarias. Se atizaron la violencia, el despojo, el desarraigo, el sufrimiento de amplios sectores de la población, señala, bajo la égida de una clase de propietarios más rentista que productiva.

El proceso registra el paso del reformismo agrario al desarrollismo como transición hacia el modelo neoliberal que prevaleció. Se transitó del desarrollo concebido como crecimiento con distribución al crecimiento económico por sí y para sí; de la planificación a la dinámica del mercado librado a las querencias de los menos. El reformismo agrario, concluye nuestro autor, fue un fracaso institucional y político. No dieron nuestras élites la talla para liderar el desarrollo que la historia les confió. Fueron inferiores a su destino.

Y es en este huracán donde se bracea a contracorriente, contra atavismos irreductibles, contra intereses particulares edificados sobre el sojuzgamiento de los más; contra arrebatos que denuestan la compra de tierras para repartir, la solución de conflictos en el campo por medio de la ley y un horizonte soñado de restitución en grande de predios arrebatados a sangre, fuego y notaría. Buen viento, buena mar.

https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/cristina-de-la-torre/tierra-empieza-entrega-en-grande/

24.37.-GUARIDAS FISCALES – MAURICIO CABRERA

 ¿Cuántos impuestos se dejan de recaudar en Colombia por la riqueza y los movimientos financieros que hacen en las guaridas fiscales las empresas?

Antes se llamaban Paraísos Fiscales, ahora se están empezando a llamar Guaridas o refugios fiscales, nombres que hace referencia a países o jurisdicciones con tasas impositivas bajas o nulas, secreto financiero, regulaciones laxas y poca cooperación internacional en materia fiscal, características que los hacen muy atractivos para las corporaciones multinacionales, los super millonarios y funcionarios públicos corruptos alrededor del mundo para pagar menos impuestos y esconder su riqueza de las autoridades tributarias.

6 oct 2024.- La Red por la Justicia Tributaria (la RJT), una ONG de origen británico dedicada a denunciar la evasión de impuestos, publica un Índice Global de Guaridas fiscales (GTHI por sus siglas en inglés) que mide el margen que ofrecen las normas de una jurisdicción para el abuso fiscal corporativo, y lo pondera por la cuantía de los movimientos financieros que entran o salen de esa jurisdicción.

Según la RJT, las guaridas fiscales pueden ser de dos clases: las jurisdicciones sin transparencia y las guaridas corporativas. Las primeras permiten que las personas y sociedades oculten su riqueza y sus movimientos financieros de las autoridades, mientras que las segundas facilitan que las multinacionales registren sus ganancias en lugares diferentes a donde las produjeron para disminuir los impuestos pagados.

El ranking más reciente del GTHI lo encabezan las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Caimán y Bermuda, tres jurisdicciones británicas que concentran del 20% del abuso fiscal. Junto con otros centros financieros, como Jersey, Bahamas o la Ile of Man, las guaridas fiscales ligadas a la City de Londres mueven la tercera parte del abuso fiscal corporativo.

Un documental que se puede ver en Prime Video (La Telaraña: el segundo imperio británico) explica cómo después de la desaparición del gran imperio colonia inglés, con el liderazgo de los banqueros londinenses, se creó una red de jurisdicciones secretas offshore que capturaron gran parte de la riqueza de todo el mundo y la ocultaron en una red de pequeños países. Es enorme el impacto de las guaridas fiscales. La RJT estima que en un solo año las pérdidas fiscales sufridas por todos los países pueden llegar a 480.000 millones de dólares, es decir casi 1,5 veces el PIB de Colombia. De estos 311.000 millones de dólares se perdieron por abuso del impuesto de sociedades y 169.000 millones de dólares por evasión fiscal en las guaridas. Son recursos que se pierden para la lucha mundial contra la pobreza y su desvío aumenta la desigualdad a nivel mundial.

¿Cuántos impuestos se dejan de recaudar en Colombia por la riqueza y los movimientos financieros que hacen en las guaridas fiscales las empresas nacionales o extranjeras instaladas en el país? No se sabe, pero un indicador significativo es que, de acuerdo con las cifras del Banco de la República, de los 202.000 millones de dólares de inversión extranjera que han ingresado al país desde 2007, el 34.5% ha llegado de países que están en los primeros lugares del GTHI.

https://www.portafolio.co/opinion/editorial/analisis-portafolio-guaridas-fiscales-614902

24.37.-“La tributación de los multimillonarios es un debate político y no jurídico” THOMAS PIKETTY



Un impuesto excepcional del 10% sobre las 500 personas más ricas de Francia bastaría para recaudar 100.000 millones de euros, explica el economista en su columna.

Los debates fiscales actuales en Francia, como los que se llevarán a cabo a nivel del G20 en 2024, ciertamente lo demuestran: la cuestión de la justicia fiscal y la tributación de los multimillonarios no está dispuesta a abandonar el debate público. Por una sencilla razón: las sumas recaudadas por los más ricos durante las últimas décadas son sencillamente gigantescas. Quienes piensen que se trata de una cuestión secundaria o simbólica, deberían fijarse en los números. En Francia, las quinientas mayores fortunas han aumentado 1.000 millones de euros desde 2010, pasando de 200 a 1.200 millones.

11 oct 2024.- En otras palabras, un impuesto excepcional del 10% sobre este enriquecimiento de 1 billón sería suficiente para recaudar 100 mil millones, es decir tanto como la totalidad de los recortes presupuestarios previstos por el gobierno para los próximos tres años. Un impuesto excepcional del 20%, que seguiría siendo muy moderado, aportaría 200 mil millones y permitiría un gasto adicional equivalente.

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Sin embargo, algunos siguen negándose a este debate, con argumentos que es preciso precisamente desmontar. La primera es que estas inmensas fortunas privadas corresponden a un simple juego de escritura y realmente no existen. Es cierto: se trata de simples juegos de escritura en el ordenador, como la deuda pública, los sueldos depositados en cuentas bancarias, etc. Excepto que estos juegos de escritura tienen un impacto muy real en la vida de todos y en las relaciones de poder entre las diferentes clases sociales y autoridades públicas. En concreto, ¿cómo pagarán los multimillonarios este impuesto del 10% sobre el enriquecimiento? Si los beneficios obtenidos durante el año son insuficientes, tendrán que vender parte de sus acciones, digamos el 10% de su cartera. Si esto plantea problemas para encontrar un comprador, entonces el Estado puede perfectamente admitir estos títulos en el pago de impuestos. Si es necesario, pondrá a la venta estos títulos mediante el procedimiento que elija, por ejemplo permitiendo a los empleados adquirir estas acciones, lo que reforzaría su participación en las empresas. En todos los casos, la deuda pública neta se reducirá en consecuencia.

Discurso derrotista

El segundo argumento que se escucha a menudo consiste en explicar que los Estados modernos son demasiado débiles para imponer algo a los multimillonarios. Con la globalización y la libre circulación de capitales, pueden huir a la jurisdicción más favorable, de modo que los ingresos prometidos se esfumen. El argumento parece sólido para muchos. En realidad es hipócrita y frágil. En primer lugar, porque son los Estados los que han establecido la libre circulación de capitales, con un sistema jurídico sofisticado garantizado por tribunales públicos, y que bien podría ser sustituido por otro. Luego, porque este argumento equivale a un abandono de la soberanía, defendido por líderes políticos que se dedican a hablar del retorno de la autoridad del Estado, pero a quienes les resulta más fácil ejercer su autoridad sobre los más pobres que sobre los poderosos.

Lea la columna: “Hoy en día, los multimillonarios casi no pagan impuestos porque gran parte de sus ingresos provienen del capital”

Por último, y sobre todo, este discurso derrotista olvida que los Estados todavía tienen margen de maniobra, incluso cuando actúan solos. Cuando Estados Unidos amenaza con retirar las licencias a los bancos suizos, Berna pone fin al secreto bancario. Al otro lado del Atlántico, los contribuyentes pagan impuestos según su nacionalidad, incluso si salen de Estados Unidos. Y si quieren renunciar a su pasaporte, lo que no está exento de riesgos, nada impide que las autoridades públicas sigan imponiéndoles impuestos, siempre y cuando su enriquecimiento haya tenido lugar en los Estados Unidos (o más simplemente si continúan usar el dólar).

Francia es un país más pequeño, pero también tiene importantes medios de presión. Por ejemplo, podríamos imponer un impuesto excepcional al enriquecimiento en función del número de años pasados ​​en Francia. Un contribuyente que resida en Suiza durante un año después de haber pasado cincuenta años en Francia, por ejemplo, seguirá pagando el cincuenta por ciento del impuesto adeudado por un residente francés. Quienes se nieguen a pagar se pondrían al margen de la ley e incurrirían en las sanciones correspondientes.

El lenguaje de la ley.

El último argumento utilizado para explicar que sería imposible gravar a los multimillonarios es que sería contrario a la ley o a la Constitución. Nada nuevo: en todas las épocas, los poderosos utilizan voluntariamente el lenguaje de la ley para preservar sus privilegios. Excepto que nada en la Constitución prohíbe imponer un impuesto excepcional al enriquecimiento de los multimillonarios y, más en general, gravar la riqueza, que es un indicador relevante para evaluar la capacidad contributiva de los ciudadanos, al menos en la misma medida que los ingresos. Es por esta razón que el legislador estableció en 1789 un importante sistema de impuestos sobre sucesiones y sobre la propiedad (independientemente de cualquier ingreso) y que en 1945 se aplicó un impuesto excepcional sobre el enriquecimiento. Algunos jueces constitucionales ignoran todo esto y a veces intentan utilizar su posición para imponer sus preferencias partidistas no cambia la cuestión: es un debate político y no jurídico.

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Otras soluciones son posibles, como el impuesto Barnier sobre ingresos superiores a 500.000 euros. Sólo que aportará 2 mil millones, en lugar de 100 mil millones por el impuesto del 10% sobre el enriquecimiento de los multimillonarios, que de hecho no pagarán casi nada con el impuesto Barnier, por la sencilla razón de que sus ingresos representan una fracción infinitesimal de su fortuna… Resultados de las elecciones: son sobre todo los más modestos los que soportarán la peor parte del presupuesto de Barnier y del recorte de los servicios públicos. Semejante estrategia nos lleva directamente al muro: no podemos afrontar los actuales desafíos sociales y climáticos si no empezamos por gravar a los más afortunados de forma visible e incontestable.

https://www.lemonde.fr/idees/article/2024/10/12/thomas-piketty-l-imposition-des-milliardaires-est-un-debat-politique-et-non-juridique_6349705_3232.html