24.42.-Se requiere un modelo de consenso nacional EDUARDO SARMIENTO

Hay un clima de incertidumbre sobre la situación energética en el corto plazo de los sectores eléctrico y de gas natural.

El servicio de energía eléctrica está bajo amenaza, reviviendo los temores de un apagón - Semana

No habrá racionamiento en el corto plazo

En el sector eléctrico existen varios problemas: pésima institucionalidad, tarifas altas, deudas a las empresas y evolución de los embalses.

Para 2024 no se ven problemas. A 24 de octubre, el nivel de los embalses era de 54,0%, por debajo del promedio histórico, pero se espera que en noviembre lleguen las lluvias de invierno y los embalses suban a más del 67,0% para evitar problemas en el verano del primer semestre de 2025.

El ciclo hidrológico normal es el siguiente:

  1. Verano de enero a marzo
  2. Invierno en abril-mayo
  3. Verano en junio-agosto
  4. Comienzo de lluvias en septiembre hasta mediados de diciembre

Si este ciclo se cumple, los embalses se desocupan en las épocas de verano, pero se recuperan en los meses de invierno. Cualquier quiebre en este ciclo, especialmente si los meses de invierno no se cumplen, vienen las dificultades para el sector eléctrico. El peor escenario, de muy baja probabilidad, es la de dos períodos de invierno que no se cumplan.

Entonces, en la situación de 2024, se esperan más lluvias en noviembre-diciembre. Si esto no se da, no entramos en un riesgo en el primer semestre de 2025. Para el segundo semestre todo dependerá si se cumple el invierno de abril-mayo.

Hay que recordar que el Sistema de Interconexión Nacional-SIN la capacidad instalada es de 20839 megavatios, de los cuales 13207 de hidroeléctricas, 6059 de plantas térmicas y el resto, 1573 megavatios, de biomasa, solar y eólica.

El consumo promedio de energía eléctrica el 24 de octubre fue de 235, de los cuales 109,32 gigavatios-hora por hidroeléctricas, 96,50 por plantas térmicas y 29,18 por solar, eólica y biomasa.

El embalse útil era el 24 de octubre de cerca de 10 000 gigavatios-hora que daría para 43 días, suponiendo cero generaciones de las plantas térmicas convencionales y las plantas solares, eólicas y de biomasa.

Al considerar que las plantas diferentes a las hidroeléctricas generaban 126 gigavatios-hora el 24 de octubre, se tendría generación suficiente para atender la demanda total por 91 días (10 000 gigavatios-hora de los embalses divididos por 109 gigavatios-hora de generación hidroeléctrica), o sea para los meses de noviembre, diciembre y enero, suponiendo que no hubiera lluvias, lo cual no es cierto, pero siempre tendríamos disponible por lo menos los 126 gigavatios-vatios -hora de generación diferente a la hidráulica.

Con los datos conocidos, entonces, no hay probabilidad de racionamiento eléctrico en lo que falta de 2024 y buena parte del primer semestre de 2025.

Hoy, los problemas del sector eléctrico son las altas tarifas y las deudas a las empresas que según estas son cerca de 7,5 billones de pesos debidas por el no pago por parte del gobierno de los subsidios por 20,5 billones de pesos, deudas de las entidades oficiales por un billón de pesos y no pago de los consumidores de 4,0 billones de pesos por la llamada opción tarifaria creada en el gobierno de Iván Duque en la crisis del Covid-19.

Hay problemas de abastecimiento de gas natural en el corto y mediano plazo

La situación del sector del gas natural es muy preocupante porque la oferta interna va a ser insuficiente para atender la demanda, lo que implica que Colombia perdió seguridad energética.

Según la Bolsa Mercantil de Colombia, gestora del mercado de gas natural, habrá déficit de 7,3% para 2024, 11,6% para 2025 y 9,3% para 2026.

Esto implica, según la Bolsa, importaciones que pueden superar la capacidad declarada de la planta de regasificación del Caribe, de 400 GBTUD, en 2027.

Este es un tema que se había pronosticado desde hace años, que llegaríamos en 2026 0 2027 a un faltante de gas natural para atender la demanda interna, y no se hizo nada. Sí, se hicieron unos descubrimientos costa afuera pero no se avanzó en la decisión sobre cómo desarrollarlos.

Se trata del llamado hoy campo Sirius (Chuchupa 2 originalmente) que se está especulando bastante sobre sus reservas, cuando falta delimitar el campo y definir la cantidad de reservas probadas que tiene, y su comercialización.

Este yacimiento se conocía hace años. Está costa afuera, en el bloque Tayrona, a una profundidad de 804 metros, en la región de Santa Marta. Hay que construir un gasoducto submarino de 117 kilómetros y toda una infraestructura para extraer y llevar el gas a tierra adentro. Si se da la comercialización, el yacimiento podría entrar en funcionamiento en 2030.

Otro tema tiene que ver con la confusión que existe sobre la demanda y la oferta. Es increíble que las autoridades energéticas no tengan hoy una proyección aceptable y creíble de la demanda y la oferta, lo que da lugar a que se opine sin cifras exactas, tal como lo hizo recientemente el director de la ANH, Orlando Velandia, en entrevista a El Tiempo el 21 de octubre. Esto es una muestra de cómo la planeación energética se acabó en el país, situación que viene de atrás y que el gobierno actual sigue en la misma confusión.

Lo que es increíble es que existe gas de fraccionamiento, que es un gas natural que existe en yacimientos de carbón, pero que hay oposición de las autoridades porque se oponen a este tipo de técnica.

Lo absurdo es que las importaciones se harían con Gas Natural Licuado-LNG, seguramente importado de los Estados Unidos, que se obtiene por fraccionamiento, y ahí si no hay problema, gas que costará tres veces más que el producido actualmente en Colombia.

Conclusiones

Hay que descartar un racionamiento de energía eléctrica hasta, por lo menos, abril de 2025. Que ocurra en el segundo semestre de 2025 depende del ciclo hidrológico y de los nuevos proyectos de generación que deben entrar en este año.

El problema sí se va a producir para el sector de gas porque la oferta interna no será suficiente para atender la demanda a partir de 2025, como lo es 2024, por lo que habrá que acudir a costosas importaciones de gas natural, que irá a repercutir en los precios del gas natural para los hogares y los sectores industrial y comercial.

24.41.-Se requiere un modelo de consenso nacional EDUARDO SARMIENTO

En columnas anteriores mostré que la economía entró en un estado creciente de desequilibrio. El ahorro declina y el empleo se contrae. No había más opción que bajar la tasa de interés real y devaluar la moneda en forma directa.

Como el ajuste no se hizo en las magnitudes requeridas, la tasa de interés real subió, el tipo de cambio se revaluó y la tasa de ahorro continuó declinando.

10 nov 2024.- La economía venía de tiempo atrás con ahorro menor que la inversión, oferta menor que la demanda, que solo se pueden controlar o contrarrestar con la intervención en el mercado monetario o cambiario. Las mejores soluciones son las que elevan el ahorro. Las soluciones que hacen lo contrario son ineficientes, inequitativas e insostenibles.

No es extraño. Los países que más avanzan en el crecimiento y la equidad son los que registran mayores niveles de ahorro.

En varios libros, artículos y conferencias ilustro como la confrontación económica para obtener la mayor ganancia conduce a un estado insatisfactorio cuando baja el ahorro. El aumento del ahorro es indispensable tanto para el crecimiento económico como para la distribución del ingreso

Las condiciones descritas no surgen del mercado. La profundización del mercado no conduce al mayor ahorro. Por el contrario, un mayor ahorro propicia el empleo y la producción. Las reformas sociales del Gobierno desconocen los efectos sobre el ahorro. Los ajustes fiscales generan los ingresos tributarios a cambio de la reducción del ahorro.

En la práctica, la tarea se puede materializar con una reforma monetaria que eleve la demanda de dinero por encima de la oferta, así como la reforma comercial y sectorial que limite las importaciones en forma selectiva, especialmente en los bienes de mayor complejidad, demanda y productividad, e inicie la renegociación de los TLC. El debilitamiento del ahorro acentúa la caída del producto, eleva la inflación y aumenta el déficit en cuenta corriente. Aun cuando el salario se sitúa por debajo de la productividad sostiene la inflación inercial. El descontento se busca conjurar con transferencias fiscales que incrementan el déficit, acentúan la caída del ahorro y se tornan insostenibles.

El ritmo de expansión del producto nacional y el empleo, bien medido, decae, y la participación de los ingresos del trabajo en el producto y el coeficiente de Gini se deterioran. La solución es un modelo que aumente el ahorro y la productividad mediante las reformas monetarias, financieras y comerciales que he presentado en forma repetida durante tres años.

La teoría de equilibrio de mercado que reinó durante dos siglos se precipitó en desequilibrio. La conciliación de Keynes para sostener el sistema por la vía de la demanda, que funcionó bien durante la mayor parte del siglo XX, dejo de operar en la economía colombiana. El deterioro del ahorro la precipitó en una economía de oferta. La producción crece por debajo de la demanda. La inflación aumenta en forma sostenida, el crecimiento económico decae y la distribución del ingreso sen deteriora.

En suma, las economías operan en estados de demanda menor que la oferta, y al revés, que no pueden ser resueltos por la ley de Say y Walras. El buen funcionamiento del sistema, en términos de crecimiento y distribución del ingreso, está condicionado en la presencia del Estado tanto en la demanda como en la oferta.

La economía tiende a estados de exceso de demanda en unos mercados e igualdad entre la oferta y la demanda en otros, y alcanza los mejores resultados cuando eleva la tasa de ahorro con el modelo económico.

https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/eduardo-sarmiento/se-requiere-un-modelo-de-consenso-nacional/

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